BORGES VERSUS FRANCISCO (HISTORIA DE UN ENCUENTRO LITERARIO)
El Instituto Cervantes reedita el libro que unió a Borges y el papa Francisco
El Instituto
Cervantes presenta
mañana sábado 10 de mayo el libro El papa Francisco, Borges y la
literatura, una reedición de la obra publicada hace 60 años la cual unió
a Francisco con el autor de Ficciones, y en la que el Santo Padre, por
entonces profesor de literatura, afirma en uno de sus textos que «la vida sin
poesía no funciona». Así, afirma que Francisco fue alguien que «comprometió la literatura con la
búsqueda de la verdad, frente al drama de los habladores sometidos al
servicio del error». De hecho, para el predecesor de Robert Prevost en
el Papado, las palabras «huecas» hacían «mucho ruido», especialmente en un
profesor y posteriormente religioso que «identificó la lectura y la creación
literaria con ejercicios espirituales que dignifican la conciencia humana».
En la Carta a los poetas que ahora incluye esta edición, Francisco explica que amó a muchos escritores a lo largo de su vida, entre los que cita especialmente a Dante o Dostoievski (y obras suyas como Memorias del subsuelo o Los hermanos Karamazov), a los cuales agradece haberle hecho capaz de comprenderse a sí mismo a través de sus palabras. En el texto, el Santo Padre hace también una defensa de la poesía, sin la cual «la vida no funciona». «(Los poetas) sois la voz de las inquietudes humanas: vuestro trabajo consiste en dar vida, dar cuerpo, dar palabra a cuanto el ser humano vive, siente, sueña y sufre, creando armonía y belleza», recoge el texto de Francisco. Un buen libro, ‘un oasis’ En otra de sus publicaciones, bajo el título Sobre el papel de la
literatura de formación, Bergoglio hace una defensa de la lectura en la
juventud y critica la «llegada omnipresente» de las redes sociales y los
móviles. «Encontrar un buen libro de lectura llega a ser como un oasis que
nos aleja de otras actividades que no nos hacen bien», apunta.
«El corazón sigue buscando y cada uno encuentra su propio camino en la literatura: a mí, por ejemplo, me encantan los artistas trágicos», confiesa Bergoglio, quien además rescata una anécdota de sus alumnos en relación a sus preferencias por leer a Federico García Lorca. «Tenía que asegurarme de que leyeran el Cid, pero no les gustaba. Así que decidí que estudiaran El Cid en casa y durante las clases trataría a los autores que más les gustaban a los chicos», explica con humor Francisco. Precisamente, el propio García Montero también recuerda en el prólogo cómo en su encuentro del año pasado con el Papa, este sonrió al contarle que a sus alumnos les gustaban mucho «poemas picantes» como el Romance de la casada infiel de Lorca. Un autor ‘fantasma’ El papa Francisco, Borges y la literatura también incluye un epílogo firmado por Luis J. Totera, al igual que en la anterior edición, que esconde otra anécdota reveladora del carácter de Bergoglio y que cuenta el director del Cervantes. Cuando el libro se puso en marcha en el año 1965, uno de los autores seleccionados tuvo la idea de que alguna autoridad del colegio escribiese una nota explicativa. Bergoglio le pidió al responsable de estudios, Luis Totera, un breve texto explicativo, pero este le respondió al alumno que ejercía de ‘correo’: «Dile a Bergoglio que lo escriba él». El profesor lo escribió, pero el texto acabó firmado por el responsable de estudios. Colaboración Fundación Borges y Cervantes Asimismo, este viernes 9 de mayo se firma un protocolo de actuación entre ambas entidades para colaborar en la realización de acciones y actividades relacionadas con la difusión de la lengua española y la cultura y, específicamente, con la obra de Jorge Luis Borges. En el documento se establece la participación conjunta en intercambios culturales, bibliotecarios, organización de conferencias, exposiciones, publicaciones, simposios y debates relacionados con los objetivos de cada institución, así como la promoción de la cultura en todas sus manifestaciones. La aplicación del presente convenio se iniciará en el momento de su firma y se extenderá por un periodo de cuatro años, pudiendo prorrogarse antes de su finalización. «Tenía que asegurarme de que leyeran el Cid, pero no les gustaba. Así que decidí que estudiaran El Cid en casa y durante las clases trataría a los autores que más les gustaban a los chicos», explica con humor Francisco. Precisamente, el propio García Montero también recuerda en el prólogo cómo en su encuentro del año pasado con el Papa, este sonrió al contarle que a sus alumnos les gustaban mucho «poemas picantes» como el Romance de la casada infiel de Lorca. Un autor ‘fantasma’ El papa Francisco, Borges y la literatura también incluye un epílogo firmado por Luis J. Totera, al igual que en la anterior edición, que esconde otra anécdota reveladora del carácter de Bergoglio y que cuenta el director del Cervantes. Cuando el libro se puso en marcha en el año 1965, uno de los autores seleccionados tuvo la idea de que alguna autoridad del colegio escribiese una nota explicativa. Bergoglio le pidió al responsable de estudios, Luis Totera, un breve texto explicativo, pero este le respondió al alumno que ejercía de ‘correo’: «Dile a Bergoglio que lo escriba él». El profesor lo escribió, pero el texto acabó firmado por el responsable de estudios. Colaboración Fundación Borges y Cervantes Asimismo, este viernes 9 de mayo se firma un protocolo de actuación entre ambas entidades para colaborar en la realización de acciones y actividades relacionadas con la difusión de la lengua española y la cultura y, específicamente, con la obra de Jorge Luis Borges. En el documento se establece la participación conjunta en intercambios culturales, bibliotecarios, organización de conferencias, exposiciones, publicaciones, simposios y debates relacionados con los objetivos de cada institución, así como la promoción de la cultura en todas sus manifestaciones. La aplicación del presente convenio se iniciará en el momento de su firma y se extenderá por un periodo de cuatro años, pudiendo prorrogarse antes de su finalización. |
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