PALABRAS DE
DANIEL BIANCO, ANTES DE LA FUNCIÓN DE ‘DON GIL DE ALCALÁ, EN RECUERDO
EMOCIONADO DE TERESA BERGANZA:
Señoras y
señores, buenas tardes y bienvenidos al Teatro de la Zarzuela.
Quisiera
muy brevemente explicar por qué estoy yo aquí en este momento.
Esta
mañana falleció una de nuestras grandes voces de la lírica mundial: Teresa
Berganza. Una artista inigualable.
La muerte
es siempre, a pesar de previsible, una visita inesperada. Por ello me he
permitido escribir estas líneas para ordenar brevemente las palabras que merece
esta dolorosa perdida.
En nombre
del Sr. ministro de Cultura, don Miquel Iceta, del director general del INAEM
Joan Francesc Marco, de quien hoy contamos con su presencia en la sala, y de
todas y todos los que trabajamos en este teatro, queremos hoy hacerte, querida
Teresa, un pequeño homenaje dedicándote la representación.
A ti,
Teresa, un ser único que siempre tuviste el sublime talento de darle cuerpo y
alma a la música con tu voz.
Querida
Teresa, dedicaste tu vida a la música y lograste contagiar el amor por ella a
innumerables personas en el mundo.
¡Gracias!
Gracias porque has alimentado el alma que nos hace falta para seguir viviendo
por encima de los problemas y las miserias del día a día en el mundo y sin duda
has contribuido a hacer felices a varias generaciones, porque tu voz tenía la
virtud de cambiar la realidad y de hacerla más feliz.
Esa voz
que llevó nuestra música hasta donde nadie hubiera imaginado, que voló de sueño
en sueño hasta regalarnos la belleza; esa que ya nadie nos puede arrebatar.
Por tu
voz, por tu entrega, por tu exigencia, por tu sonrisa, tu compromiso, tu
humanidad, estarás siempre en nuestra memoria hasta que la memoria se extinga
con nosotros.
Esta casa
–que lleva un palco con tu nombre–, dedicada a la lírica española de la que
fuiste embajadora en el mundo, quiere recordarte de la mejor manera posible:
haciendo música con cantantes para los que siempre has sido y serás un
referente insustituible. Siempre te estaremos eternamente agradecidos, los ecos
de tu voz, los aplausos de tantas noches en las que nos has hecho soñar,
vivirán por siempre en los muros y en la memoria de este, tu Teatro de la
Zarzuela.
Mi
querida Teresa, sé que querías irte sin hacer ruido, pero estoy seguro de que
me entenderás... Un minuto de silencio es el protocolo usado para
acontecimientos de esta trascendencia, pero tú eras especial; y con tu permiso
y el del protocolo, voy a pedir en su lugar un aplauso. Porque el aplauso
premia como ningún otro trofeo el arte y la humanidad de una gran artista como
tú.
Gracias,
querida Teresa, y hasta siempre.
Este
aplauso y esta función va por ti.
El Teatro de la Zarzuela rindió homenaje a la mezzosoprano Teresa
Berganza en el día de su fallecimiento. El
director del coliseo, Daniel Bianco, subió al escenario para
dedicar un emotivo recuerdo a la cantante, de quien destacó su “inigualable”
importancia en la historia de la lírica mundial, así como del género de la
zarzuela y de su teatro.
Se dirigió
Daniel Bianco en primera persona a la artista: “Mi querida Teresa, sé
que querías irte sin hacer ruido, pero estoy seguro de que me entenderás...”.
Y se
despedía con un emocionado agradecimiento: “Gracias, querida Teresa, y hasta
siempre. Este aplauso y esta función va por ti.”
Han seguido
a las palabras largos minutos de aplausos como los que Teresa Berganza recibió
en ese mismo escenario tantas noches luminosas.
La función
dedicada: la de ‘Don Gil de Alcalá’, título que estará en cartel hasta
el 22 de mayo y que ella, la intérprete irrepetible, también cantó.
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