Desde las
frías y cristalinas aguas del norte, el salmón de Noruega ha llegado
para conquistar no solo las mesas, sino también la imaginación de quienes
sueñan con viajar a esos paisajes donde el mar se confunde con el cielo.
En Madrid,
un showcooking protagonizado por la chef Blanca Mayandía
y el nutricionista Rubén
García celebró su reinado: un encuentro donde gastronomía y deporte se
unieron bajo el sabor del Atlántico, todo bajo la atenta mirada del nuevo
embajador de Noruega en España, Lars Andersen y con la impresionante imagen del futbolista Haaland (imagen de la campaña de este pescado) como telón de fondo por distintas zonas del Espacio Perón, donde se ha celebrado este acto gastronómico.
Organizado
por el Consejo de Productos del Mar
de Noruega, el evento recordó por qué este pescado es mucho más que un
ingrediente: es un símbolo del equilibrio entre fuerza y naturaleza. Rico en omega-3,
proteínas, vitaminas y minerales, el salmón noruego es el aliado perfecto
para quienes buscan cuidarse sin renunciar al placer de comer bien.
Mayandía lo
demostró con creaciones que parecían postales del norte: sashimi con
crema de acelgas, salmón al vapor de hierbas y pequeños bombones ahumados que
concentraban toda la esencia del mar. Mientras tanto, las palabras de Tore
Holvik, director del Consejo, confirmaban su éxito en España: el consumo de
salmón noruego ha crecido un 23 % este año.
Quizá sea su
sabor suave y firme, o la imagen de esos fiordos donde nace, pero lo cierto es
que el salmón de Noruega se ha convertido en el rey indiscutible de la
mesa. Cada bocado es una invitación a viajar —sin billete ni abrigo— hasta las
costas donde todo comienza: un lugar donde el mar alimenta cuerpo y alma por
igual.
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