…que llega al Teatro Reina Victoria del 18
de abril al 16 de junio
Esta
nueva producción presenta un reparto de lujo, liderado por una maravillosa
Anabel Alonso que consigue encarnar a la perfección el espíritu de Celestina.
Anabel Alonso logra ofrecer la fuerza que el personaje
reclama y regala al público el toque de humor necesario para relativizar el
dramatismo y la intensidad de la historia.
Junto a ella, encontramos un brillante José Saiz en el doble
papel de Pleberio y Sempronio, a Víctor Sainz como el joven Calisto, una
maravillosa Melibea representada por Claudia Taboada (que también da vida a
Areúsa), a Beatriz Grimaldos como Elicea y Lucrecia y, finalmente, a David
Huertas como Pármeno.
Eduardo Galán se lanza de nuevo a versionar una de las obras
de teatro más simbólicas y representativas del teatro español. Lo hace
manteniendo la esencia de la tragicomedia original mostrando unos personajes
auténticos y un retrato de los problemas del momento. Sin embargo, en esta
versión logra trasladar esta esencia al público actual. Se alcanza este
objetivo dando dinamismo a la obra, obviando parrafadas barrocas, manteniendo
el lenguaje de época, eliminando arcaísmos y otros elementos que dificultan la
comprensión, todo ello sin caer en modismos de nuestro tiempo.
Esta excelente unión de una versión novedosa del texto junto con un reparto caracterizado por la calidad y la experiencia, encuentran una promesa de éxito añadiendo un último ingrediente: la dirección bajo las manos de Antonio C. Guijosa. Un director cuyo trabajo ha sido ya reconocido en numerosas ocasiones con premios de diferentes naturalezas. Guijosa nos ofrece una visión meditada y madura del clásico.
NUESTRA CELESTINA: LA PASIÓN ERÓTICA Y LA CODICIA AL RITMO
DEL “CARPE DIEM”
EDUARDO GALÁN: “En esta nueva versión respecto a la que
realicé hace casi doce años antes dirigida por Mariano de Paco Serrano y
protagonizada por Gemma Cuervo, la obra comienza con un flashback con parte del
llanto final de Pleberio, para a continuación responderle Celestina por qué ha
perdido la vida su hija Melibea, es decir, la versión se muestra desde el punto
de vista de Celestina.
Se retrasa su caída lo máximo posible, porque en realidad el
conflicto de la obra termina con la muerte de Celestina.
He buscado el dinamismo de la acción, el ritmo de los
conflictos, la rapidez del paso del tiempo, para reflejar la idea central de la
obra: el “carpe diem”, la brevedad de la vida, la necesidad –como dice
Celestina a Melibea- de disfrutar de la juventud antes de que la vejez arruine
la belleza. “¿Cómo no disfruté más del gozo?” se lamenta Melibea al ver morir a
su amado Calisto.”
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