Jorge Pardo es, ante todo un músico
en estado puro. Podría decirse que es un ser extraño (un outsider según su
propia definición) dentro del flamenco, un reconocido saxofonista y flautista,
que sin duda nunca ha perdido su esencia y su personalidad, lo que le ha
llevado a tener una extensa lista de trabajos y colaboraciones de auténtico
lujo en todos y cada uno de los sentidos, desde Camarón, pasando por Paco de
Lucía, Carles Benavent… por mencionar algunos de los españoles, y Chick Corea, Pat Metheny,
Pony Poindexter… por mencionar algunos de los extranjeros…
Con él hablamos de “Flamenco
Universal”, de flamenco, de jazz, de nombres, de vida, de los 80, del mundo…
Charlamos y aquí queda reflejada esa charla:
Empezamos por “Flamenco Universal”,
el trabajo que presentó en Madrid, y más recientemente en Córdoba, hace unos días, junto a Pepe Habichuela, otro innovador,
con su guitarra flamenca:
¿Qué es “Flamenco Universal”?
-Lo dicen
las propias palabras, es flamenco de carácter universal, es una redundancia sí,
porque el flamenco es universal en sí mismo, nace de una cuestión muy local,
pequeña, por así decirlo, entre comillas, pero esa pequeñez es grande, se hace
grande y llega hasta cualquier lugar del mundo, es una pequeña redundancia pero
en nuestro caso…
Pepe Habichuela y tú…
-Pepe
Habichuela es… iba a decir un clásico, pero no me gusta esa palabra, es
flamenco por los cuatro costados, su arte ha llegado lejos, ha ido más allá de
sus tradiciones, de hecho son conocidas sus incursiones en el Bollywood, por
ejemplo, ha hecho discos, discos con Enrique Morente, con la Voces Búlgaras,
con Toumani Diabaté y los africanos…, en fin que no se ha circunscrito a su
pequeño círculo granaino del flamenco sino que ha salido airoso de todas esas
experiencias.
Y yo, qué
quieres que diga de mí, pues soy un outsider de la familia flamenca, mis instrumentos dicen que hago jazz, pero mi
espíritu ya se ha convertido, no se ha convertido, ya es más flamenco que el
tacón.
¿Cómo de pasa del jazz al flamenco?
-Yo, por los
instrumentos que elegí tocar, son instrumentos en la tradición del jazz, que es
muy fuerte, sin embargo en la tradición del flamenco eran completamente virgen,
así que sí alguien me ve tocar una soleá con el saxofón y un contrabajo, va a
pensar que lo que hago es jazz, porque son instrumentos típicos del jazz y sin
embargo es una soleá. Existe esa contradicción en mí para los que me ven desde fuera… y esto nos
permite volver a la pregunta sobre “Flamenco Universal”, nos sirve para retomar
que esto es flamenco pero es universal en todos estos conceptos, es jazz, es
flamenco, puede ser lo uno y lo otro, viene
Karen Lugo bailando, que es una chica mejicana que es flamenca también y está
superconsiderada aquí en el mundo del baile flamenco, sin embargo ella ha
aportado sus aires de danza contemporánea y sus experiencias personales que son
muy diferentes… pues entre una cosa y otra, “Flamenco Universal”.
Creo que lo estrenasteis en París.
-Hicimos un
concierto en París, nos llamaron para la ceremonia de la mención de honor que
le dieron al flamenco por su aportación al Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad, y allí nos encargaron el show al respecto y ese fue el pistoletazo
de salido a este proyecto.
¿Ha ido evolucionando o es igual?
-Básicamente
es igual, aunque nunca un show de estos es igual, siempre los márgenes de
improvisación y la impronta del momento son muy grandes, por lo cual, puedes
venir hoy y venir mañana a verlo y te vas a encontrar dos shows casi
diferentes.
TRES NOMBRES EN SU MÚSICA
Te voy a dar nombres que creo que han
significado algo en tu carrera.
Mira y hace un gesto de
interrogación:
-Vamos a
ver.
Pedro Ruy-Blas.
-Una persona
muy querida, gran artista. Hemos echado grandes tardes de oír música, de
ensayos, fue una piedra de toque fundamental en mi aproximación a Paco de
Lucia…
Formasteis un grupo que se llamaba
Dolores.
-Exactamente.
Tengo dos cintas de casete, creo que eran “La Puerta Abierta” y “Dolores”…
-Exacto. “Dolores”
fue el primer trabajo, luego vino “La Puerta Abierta”, y hubo un tercero, “Asa-Nisi-Masa”…
¿Qué pasó con Dolores?
-No pasó
nada. Dolores era un grupo un poco fuera de época, en el sentido de que
teníamos fuertes seguidores, pero nunca llego a hacerse un grupo “popular”, fue un grupo de la movida
madrileña, pero como no llevábamos el pelo pintado de azul, ni nos poníamos
rímel en las pestañas, pues pasó más desapercibido (se nota la ironía en sus
palabras). Sin embargo nuestros trabajos individuales y los trabajos que
hicimos tanto con Paco de Lucía como con Camarón, para la historia han quedado.
A eso iba, el segundo nombres es
Camarón. Hiciste con él “La leyenda del tiempo”…
-Sí, empecé
con él en “La leyenda del tiempo” y
luego hice varias cosas más con él. Qué
quieres que diga de Camarón, aparte de lo que ya se ha podido decir, que es de
genio para arriba, eso está en boca de todos, yo destacaría su “pequeñez”, su gran mundo interior, era músico, le gustaba
todo tipo de música, abría los ojos de par en par cuando sonaba cualquier cosa
que pasaba por su lado, quería saber de todo, enterarse de todo, y luego era un
tío que sorprendía, un hombre de éxito, aunque su éxito nunca llego a ser en
vida lo que luego con su marcha, pero a pesar de eso era un tío muy reconocido.
Y sin embargo a él le gustaba quedarse
en la esquina de una mesa del bar en vez de ocupar la mesa central… me quedo
con eso y con su cante a media voz, en vez de echando la voz entera, me quedo
con sus pequeñeces que le hacían más grande si cabe de lo que la gente
presupone.
Y por último, Paco de Lucía.
-Paco es un
bestia, un bestia, cómo ha conseguido poner a la guitarra flamenca donde está,
eso es una obra colosal. En fin, todos los guitarristas flamencos y los demás
flamencos por extensión le debemos que el mundo nos mire con respeto, porque aunque
siempre se ha mirado al mundo del flamenco con respeto, pero desde Paco es
respeto, admiración y de todo…
LA MÚSICA SIEMPRE
¿Qué prefieres, estudio o directo?
-Las dos
cosas, son preciosas las dos, los dos trabajos son increíbles. El directo porque
sucede en el momento y es brutal la sensación y es grande por los sentimientos
que provocas y la comunión que tienes con el espectador, con la audiencia. Pero
el estudio es fundamental en cuanto a que te sientes en tu pequeño mundo,
tienes que tomar decisiones que luego van a ser transcendentales cuando vayas a
tocar en vivo y las tomas en soledad, en fin… los dos.
¿Con quién te gustaría tocar que no
hayas tocado?
-No soy muy
caprichoso de tener un artista de decir “¡Ah!, me gustaría tocar con…”, la
verdad es que no, quién sea que venga, bienvenido será, tanto si tiene un gran
nombre como si no lo tiene, ten en cuenta que ya tenemos una edad y un tiempo
en el que los que parece que no son un nombre hoy, dentro de 30 años son los
que están partiendo el bacalao.
¿Qué ciudad te inspira para tocar,
para actuar?
-Cualquiera.
Tampoco en eso soy caprichoso, pero te puedo decir que me encanta América,
cualquier ciudad de América Latina sobre todo… (piensa) y también cualquier
rincón de esos insospechados, yo que sé, en el Asia más profunda, encuentras
audiencias que son increíbles, en realidad cualquiera…
¿Y dónde menos?
-Pues quizá,
y no es por nada, pero cuando tienes y sientes más la presión y un mayor grado
de compromiso es cuando tocas en casa…
¿Se escucha jazz?
-Esa
pregunta… es difícil de contestar…
Es que hubo momentos, en los 80, que
se puso de moda y abrieron cantidad de sitios que han ido cayendo y hoy apenas
quedan…
-Sí, hay esa
sensación. En los 80, y estás hablando de una época en la que teníamos 30 años,
incluso algunos menos, y lo ves diferente. Sociológicamente hablando, en España
no había nada y en los 80 empezó a haber
de todo y a descubrirlo, los brasileños, la capoeira, ¡joder capoeira!, era
superexótico, algo nunca visto; el samba, pues lo mismo; el jazz, alucinante; incluso el flamenco, que
lo teníamos tan cerca, a dos calles, pero eran dos calles que nunca se
cruzaban, porque ahí estaban los gitanos y los bares donde no había que ir…
Y estaban los puristas…
-Exacto,
estaban las peñas, los clubs más exquisitos y más cerrados a una audiencia. Y
el flamenco también empezó a salir a todos los sitios, fue a la Universidad, a
los teatros, a los garitos del centro de la ciudad, yo lo aludo a eso más que a
otros hechos… sin duda se volverá a oír más, eso casi seguro, lo que pasa es
que no con la misma intensidad.
Ahora, en líneas generales, la
cultura está tocada y la música todavía más tocada…
-La cultura…
ahora está la cultura del copeo. En todas las épocas se han tomado copas, pero
había en la copa un aliciente de encontrarte con alguien, una actuación, o un
teatro o alguien que hacía poesía, o un sitio que había una exposición de arte,
había un algo más que una copa y hoy el protagonista es el gin tonic y el
barman que lo hace, con todos mis respetos a los barman…
Efectivamente, en los 80, cuando
venían amigos a Madrid de visita, decían
“vamos a escuchar música a tal sitio”, ahora piden que les lleves de copas…
-Exacto, y no quiero ponerme muy reivindicativo con los
años, pero si es verdad que veo a la juventud que es “la copa” y eso está
potenciado, creo que eso viene desde más arriba, prefieren potenciar la copa
que potenciar una actividad cultural…
¿Y qué haría falta a la música para
salir adelante, aparte de bajar ese IVA del 21%?
-Un poco de respeto.
En las grandes ciudades, y en las pequeñas también, pero principalmente en las
grandes ciudades, y no solamente en nuestro país, sino en todos los países, hay
una cierta asociación de que el arte serio no se puede potenciar en un bar
porque se sirve alcohol y se cierra tarde y es precisamente en esos lugares
donde han surgido los focos artísticos, tanto los pintores, como los intelectuales,
como los músicos. Se cuece ahí más,
muchas veces, que en una escuela de música, que también, pero se cuece más en
esos mentideros, en esos sitios donde la gente nos removemos más, nos
desinhibimos más, parece que, desde el
punto de vista de la cultura oficialista, esos sitios están mal vistos y son
sitios que no hay que potenciar y se cierran bares, los hacen la vida
imposible, es más fácil abrir un bar de copas que un bar de música…
De hecho, en Madrid, muchos de estos
locales, llámese Café Central o similares están a punto de caer…
-Sobreviviendo,
son auténticos héroes, los que tienen un bar de música ahora, que lo hacen por…
cojones, porque es mucho más fácil hacer lo otro, poner cuatro chicas guapas en
la barra y venga gin tonic y a ganar dinero.
EL JAZZ Y EL MUNDO
Si tuvieras que hacer un recorrido
por el mundo para escuchar jazz, ¿dónde irías?
-Sin duda
por las grandes ciudades, tienen una oferta mucho más bonita, las grandes ciudades
de Brasil como Sao Paulo y Rio, son dos
objetivos claros, por supuesto que Nueva York y San Francisco también lo
serían. Y aquí, en Europa, París, el mito de París con el jazz, aunque ha
mermado mucho con el paso del tiempo, pero sigue existiendo, y ciudades como
Berlín, que la oferta cultural y artística es muy amplia y libre, pues es muy
interesante también. Y Madrid, es una gran ciudad también, yo siempre digo que
Madrid es una ciudad que si se salva por algo es por la noche, la noche de
Madrid es un gran atractivo.
¿Se puede vivir de esto?
-Se puede
vivir si lo amas…
Porque se vive del directo, o no…
-Se vive del
directo y con el tiempo también de los discos, los derechos de autor terminan
dando sus frutos con el tiempo. No puedes tener 30 años y vivir de esos
derechos a no ser que hayas hecho cuatro canciones de éxito…
Y tienes algún hobby además de la
música.
-Soy el más
esaborío del mundo, como diría un andaluz,
no tengo hobbies, quizá la música y
lo relacionado con la música y los compañeros y, bueno, salir a pasear con una
mujer bonita…
Una ciudad para vivir
-Para vivir,
vivo en muchas, porque paso mucho tiempo en muchas ciudades, pero yo no me
muevo de Madrid y si me muevo de Madrid sería para irme al sur, a alguna playa…
Para descansar entonces una ciudad
del sur…
-Sí, para
descansar y para vivir también, eso de tener los pies en la arena, sentir el
contacto con la tierra y tener un buen clima, solecito y un poquito de pescado
fresco, eso es…
Y proyectos…
-Muchos,
porque no paro de hacer y de componer, no paro de proyectar discos, a corto
plazo, a medio plazo, a largo plazo y tengo muchas cosas en la cabeza, muchos
pájaros. También el directo, tanto con “Flamenco Universal”, con mi banda, Huellas,
con “Historias de Radha y Krisna”…
Tienes un grupo ahora…
-Ese mismo, Huellas,
que hice hace ya tres años. Llevamos
varias giras por todo el mundo en los últimos dos años con un montón de
conciertos, está también el último disco que hice, el “Historias de Radha y Krishna”, que está
empezando a moverse y se va a proyectar una grabación en torno a esa misma
banda, principalmente eso y también un montón de colaboraciones…